Hoy me ha levantado la luz del sol, salí a la cocina, allí estaba toda mi familia esperándome para desayunar. De repente suena el teléfono y lo coge mi hermana, que es más rápida que las leonas cazando.
-¡Andrés, es Belén! –dijo gritando.
-¿Sí? Dime –dije confundido.
-Me preguntaba si podías quedar conmigo esta tarde. ¿Sobre las siete te parece bien?
-¿A las siete en el VIPS te parece bien? –dije como emocionado pero con preocupación por si me quería decir algo importante.
-Vale, nos vemos, adiós –dijo rápidamente y colgó.
Me fui a mi habitación a ver si hacía algo con Retoñito, que lo dejé en medio de un concierto de los Tokio Hotel, qué fiestón madre, cuando me quise dar cuenta ya era la hora, cuando llegué al VIPS ya estaba allí Belén, sentada en la mesa que la encontré la primera vez que la vi:
-Hola –dijimos los dos a la vez.
-¿Qué me querías decir? O eso creo yo –dije casi avergonzado.
-Sí... a ver... es que... no sé como decírtelo –dijo como cuando a mí se me atascan las palabras.
-A ver, relájate y dime despacio –dije preocupado.
-Es que me gustaría salir contigo –dijo casi en un susurro.
-Sí claro. Ya me olvidé de Sara y no podía dejar de pensar en ti –dije de carrerilla.
-¿En serio no me estás mintiendo? –dijo como emocionada.
-Te lo digo en serio –dije casi queriendo besarla.
De repente se levantó de su asiento emocionada y me dio el mejor abrazo del mundo, en ese momento apareció Sergio el marido de Irene.
-Tengo una noticia superbuena que darte: Trex dice que va a publicar todos tus cómics y encima ganarás un pastón.
Al final todo acaba bien: yo con Belén y un trabajo que me da un mazo de dinero y también así puedo ayudar a mis padres con lo de las cremas.
Samantha Villapalo Lucía, 3º de DIVER
-¡Andrés, es Belén! –dijo gritando.
-¿Sí? Dime –dije confundido.
-Me preguntaba si podías quedar conmigo esta tarde. ¿Sobre las siete te parece bien?
-¿A las siete en el VIPS te parece bien? –dije como emocionado pero con preocupación por si me quería decir algo importante.
-Vale, nos vemos, adiós –dijo rápidamente y colgó.
Me fui a mi habitación a ver si hacía algo con Retoñito, que lo dejé en medio de un concierto de los Tokio Hotel, qué fiestón madre, cuando me quise dar cuenta ya era la hora, cuando llegué al VIPS ya estaba allí Belén, sentada en la mesa que la encontré la primera vez que la vi:
-Hola –dijimos los dos a la vez.
-¿Qué me querías decir? O eso creo yo –dije casi avergonzado.
-Sí... a ver... es que... no sé como decírtelo –dijo como cuando a mí se me atascan las palabras.
-A ver, relájate y dime despacio –dije preocupado.
-Es que me gustaría salir contigo –dijo casi en un susurro.
-Sí claro. Ya me olvidé de Sara y no podía dejar de pensar en ti –dije de carrerilla.
-¿En serio no me estás mintiendo? –dijo como emocionada.
-Te lo digo en serio –dije casi queriendo besarla.
De repente se levantó de su asiento emocionada y me dio el mejor abrazo del mundo, en ese momento apareció Sergio el marido de Irene.
-Tengo una noticia superbuena que darte: Trex dice que va a publicar todos tus cómics y encima ganarás un pastón.
Al final todo acaba bien: yo con Belén y un trabajo que me da un mazo de dinero y también así puedo ayudar a mis padres con lo de las cremas.
Samantha Villapalo Lucía, 3º de DIVER
