Andrés se da cuenta de que siente algo extraño por Belén decide quedar una tarde con ella y la llama.
-¿Sí? ¿Quién es?
-Belén, soy Andrés, te llamaba para preguntarte si podrías quedar esta tarde para dar una vuelta.
-Perdón, soy su madre, ahora se pone, je, je.
En ese momento lo único que quería era que me tragara la tierra.
-Dime Andrés.
-Nada, que si puedes quedar esta tarde.
-No, lo siento, pero mi padre me prometió que me llevaría a la pista de hielo para patinar un poquito.
-Ah, bueno, pues entonces nada.
-Pero si quieres, vente con nosotros.
Entonces noté como mi corazón se aceleraba, parecía que quería salir de mi pecho.
-Andrés, ¿sigues ahí?
-Sí, dime...
-Pues eso, que si te vienes.
Vale, a las siete y cuarto, ¿te parece bien?
-OK, te espero, chao.
Parece que esta tarde estoy muy solicitado, pensé mientras me acerqué para abrir la puerta. Pero ¡qué ven mis ojos!, ¡si es mi tía Loli y mi primo favorito, Ramón!
-Pero pasar, no os quedéis en la puerta, voy a avisar a mamá.
-Vale, tranquilo –dijo mi tía.
Cuando mi madre la vio, corrió hacia ella, y se fundieron en un gran abrazo que a no ser por mí, todavía seguirían abrazadas.
Son ya las once y media y siguen contándose cosas, lo bueno de todo es que no me estoy enterando de la conversación.
Yo estoy pensando en por qué la llamamos tía Loli si ni siquiera es mi tía, mi tío que en paz descanse murió cuando mi madre era pequeña, que todavía me acuerdo de cuando me contó la historia de cuando mi yayo comenzó a beber y solo tenía un hermano.
Bueno, se me cruzan todos los pensamientos. ¿Por qué la llamaremos tía Loli? ¿Será porque mi madre y ella siempre han estado juntas y se quieren como si fueran hermanas? Si mal no recuerdo, están juntas desde primaria.
Ya han pasado seis meses desde que viniera mi tía Loli. Hoy Ramón iba a dar una vuelta con mi hermanita y con Andrea. Yo he quedado con mi novia Belén, que después de la tarde de patinaje pasó algo que para mí creo que fue lo mejor del mundo. Por cierto, el negocio de familia va bastante bien, tía Loli se encarga de la tienda. ¿Pos no resulta que a mi primito Ramón le mola Andrea? Je, je, je, madre, cómo es la vida. Sara Molano López, 3º de Diver.
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